Dice la historia que la verdadera celebración de la Navidad es de origen pagano, pero que la iglesia Católica la adoptó en el siglo III d C. (después de Cristo), para conmemorar el nacimiento de Jesús en Belén, que los evangelios de San Mateo y San Lucas señalan sucedió en esas fechas.
Junto con Las Pascuas, la Navidad es la fiesta más importante del año eclesiástico cristiano, que declaró el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús.
La primera en anunciar la Navidad es la madre naturaleza con la Flor de pascua, cuyos pétalos se tornan de un exuberante color rojo. Desde el mes de octubre las ramas de esta planta comienzan a tomar color en sus terminaciones y cuando llega diciembre ya están completamente rojas.
Los símbolos más importantes y que realmente representan la Navidad son el árbol de navidad y el pesebre (o belenes), cuyas figuras representan el nacimiento de Jesús. Luego se le agregó a Santa Claus.
El árbol de Navidad representa la santísima trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo), por su forma triangular.
Mientras que el Pesebre representa el nacimiento de Jesús en Belén, debajo de un portal, en la más extrema pobreza junto a su padre José y su madre María, y la compañía de algunos animales. Luego llegaron los Reyes Magos, admirados por una luz brillante que desde el cielo les guió. Una versión sostiene que en el camino a Belén, los tres reyes magos escuchaban cantos de ángeles.
El pesebre se acostumbra colocar debajo del árbol de navidad en los hogares, iglesias, escuelas, oficinas (públicas y privadas), tiendas y locales comerciales.
El primer pesebre lo hizo San Francisco de Asís, en la Navidad del año 1223, mientras predicaba por campos de Italia, donde el frío le hizo entrar en la ermita de Greccio. La paz que allí se sentía, le dio la idea de reproducir en vivo el nacimiento de Jesús en Belén, por lo que construyó una casita de paja y en su interior colocó un pesebre. También llevó algunos animales de los campesinos del lugar, a quienes invitó para completar el escenario.
Esta idea se extendió a Europa. Durante la colonización en los siglos 15 y 16, se trasladó al Nuevo Mundo, donde esta tradición ha permanecido hasta la fecha.
Desde el siglo 19 (XIX) y en la actualidad se hizo popular la costumbre de intercambiar regalos y tarjetas en Navidad, principalmente entre las familias que residían en otros países y ciudades del mundo.